Juan Calvino

Su nombre original era Jean Cauvin, latinizado según la costumbre de la época como Calvinus-nació en Noyon, Picardia, Francia, el 10 de Julio de 1509. sus padres fueron Jeanne Le Franc y el abogado Gerard Cavin.
(Jean Cauvin o Calvin; Noyon, Francia, 1509 - Ginebra, 1564) Teólogo y reformador protestante. Educado en el catolicismo, cursó estudios de teología, humanidades y derecho. Con poco más de veinte años se convirtió al protestantismo, al adoptar los puntos de vista de Lutero: negación de la autoridad de la Iglesia de Roma, importancia primordial de la Biblia y doctrina de la salvación a través de la fe y no de las obras. Tales convicciones le obligaron a abandonar París en 1534 y buscar refugio en Basilea (Suiza). 1536 fue un año decisivo en su vida: por un lado, publicó un libro en el cual sistematizaba la doctrina protestante -Las instituciones de la religión cristiana-, que alcanzaría enseguida una gran difusión; y por otro, llegó a Ginebra, en donde la creciente comunidad protestante le pidió que se quedara para ser su guía espiritual. Calvino se instaló en Ginebra, pero sus autoridades le expulsaron de la ciudad en 1538 por el excesivo rigor moral que había tratado de imponer a sus habitantes.



El Calvinismo y la Educación

La historia brinda un claro testimonio de que el Calvinismo y la educación han estado íntimamente asociados. Donde quiera que el Calvinismo ha ido ha llevado consigo la escuela y le ha dado un poderoso impulso a la educación popular. Es un sistema que requiere madurez intelectual. De hecho, podemos decir que su misma existencia está fuertemente vinculada con la educación de la gente. Se requiere entrenamiento mental para llegar a dominar el sistema y seguirle la pista a todo lo que implica. Hace la apelación más fuerte posible a la razón humana e insiste en que el hombre debe amar a Dios no solo con todo su corazón sino también con toda su mente.



  • Calvino sostenía que “una verdadera fe debe ser una fe inteligente”; y la experiencia ha puesto de manifiesto que la piedad sin aprendizaje es, a fin de cuentas, tan peligrosa como el aprendizaje sin piedad. Él vio con claridad que la aceptación y difusión de su esquema de doctrina dependía no solo del entrenamiento de los hombres que iban a exponerlo, sino también de la inteligencia de las grandes masas de la humanidad que habrían de aceptarlo.
  • Calvino coronó su obra en Ginebra con el establecimiento de la Academia. Miles de estudiantes peregrinos de Europa Continental y de las Islas Británicas se sentaron a sus pies y luego llevaron sus doctrinas a todos los rincones de la Cristiandad. Knox regresó de Ginebra plenamente convencido de que la educación de las masas era el baluarte más poderoso del Protestantismo y el fundamento más seguro del Estado.
  • Este amor Calvinista por el aprendizaje, poniendo la mente por encima del dinero, ha inspirado a incontables cantidades de familias Calvinistas en Escocia, Inglaterra, Holanda y los Estados Unidos, economizando todo lo que sea posible para poder educar a sus hijos.
  • Los Calvinistas no han sido constructores de grandes catedrales, pero han sido los edificadores de escuelas, colegios y universidades.
  • Nuestras tres universidades americanas de mayor importancia histórica, Harvard, Yale y Princeton fueron originalmente fundadas por Calvinistas, como fuertes escuelas Calvinistas, diseñadas para darles a los estudiantes una sólida base en la teología lo mismo que en otras ramas del aprendizaje.
  • Calvino fue el padre de la educación popular – el inventor del sistema de las escuelas libres.
  • Para el Calvinista el asunto era exactamente a la inversa. El gobierno de la iglesia era colocado en las manos de los ancianos, los laicos, y estos tenían que decidir respecto a los asuntos de la política de la iglesia y los importantes asuntos relacionados con la doctrina.
  • El Calvinista debe ser un acérrimo defensor de la educación. Si por un lado Dios iba a ser tenido como soberano en el campo de la ciencia, y si el mismo sistema religioso de los Calvinistas demandaba la educación para su existencia, no debe extrañarnos que el Calvinista impulsara al máximo el aprendizaje. Para el Calvinista la educación es un asunto de ser o no ser. 
Juan Calvino, uno de los héroes de la Reforma y quizás el mayor exponente de la Teología protestante de la historia, murió  el 27 de Mayo de 1564 en la ciudad de Ginebra, donde fue sepultado.

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